Oh, Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo,
oirás mi voz.
Blas de Otero.
Á-N-G-E-L C-O-N G-R-A-N-D-E-S A-L-A-S D-E C-A-D-E-N-A-S.
Oirás mi voz,
oirás mi voz,
oirás mi voz.
Es ineludible el oírla. Es la condición básica.
Vamos a dejar a un lado los trastornos afásicos
y a hacer que la voz se escuche
por cada rincón del Planeta Azul.
[Bibliografía de referencia: http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz.php&wid=2858&t=Hombre&p=Blas%20de%20Otero&o=Pedro%20Mar%EDa%20S%E1nchez ]
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