Nunca pongas punto a los títulos o encabezamientos.
Con lo que a mí me gusta.
Me imagino a María dentro de María dentro de María.
La verdad es que a la María más chiquitita
no le gusta ahora mismo ser María,
porque tiene demasiados clavos alrededor que azuzan,
son puertas con clavos que azuzan,
como si la Dama de hierro moviera su puerta muy rápido,
cada vez haciendo el ademán de que la puerta
está mas junta del cuerpo
y que en una de esas se clavarán.
Es raro el planteamiento, pero se puede seguir.
Hay demasiados clavos/flancos.
Exactamente cuatro.
Unos más cercanos del cuerpo, más largos,
otros más modestos, pero todos clavos,
oxidados y amenazantes.
Son poderosos pero se pueden vencer,
esquivándolos o moviéndote lo menos posible cuando están clavados,
resistir el dolor y, al abrirse la puerta por fin,
curar las heridas poco a poco e intentar seguir como si nada.
Sería maravilloso esquivarlos.
Sería una hazaña salir ileso de la Dama de hierro.
Sería mítico.
Pàtrocle me protege, hace todo lo que está en su mano.
Es un versus, Pàtrocle vs. Dama de hierro.
Y si gana Pàtrocle y me salva,
yo le amaré de por vida.
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