miércoles, 27 de abril de 2011

CENSORED VERSION

Y resulta que el [censored] es el [censored].

¡Qué ironía, vaya!

Y qué tristeza, qué tristeza, qué.

Yo quería y quiero. Un coso simple
y ciertamente introspectivo.

Y mirá qué encontré. Es el [censored].

No puede luchar
ni rajar
ni gritar
ni dejarse el cuello
ni arrancarse las uñas
ni las pestañas,
no sabe lo que es
esa actividad tan suave y dulce
de mirar el cielo
aunque no tenga nubes,
esa deuda externa,
ese mayúsculo sacrificio.

No sé, no sé.

Las voces de mi cabeza son cuchillos
afilados y sangrantes
de [censored]
cuando dicen
-sin riesgo a equivocarse-
que no es el coso adecuado.

Ay pero qué lucha a pequeña escala,
qué pérdida de tiempo y de esencia,
de bohemia, de amor propio.

Pero qué cuchillos, [censored].

Por favor, basta.

jueves, 21 de abril de 2011

Inundación de consciencia.

¡No escuches! Y no mires.
Fuera, fuera.
Por lo menos hasta la desintegración del universo personal.

Es malvado y cruel.
Es sintomático de la afectación anómica.

Pero es que. Pero es que.

La tristeza está ahí clavada, y no se irá
mientras la promesa sea nube.

Llega el cambio de pilas,
el pistoletazo de salida.

Venga, ya está bien.

Viva la consciencia.

lunes, 18 de abril de 2011

Cono Sur.

Recorrer la estepa de La Pampa, ay, pues sería lindo ver 
las flores y los pumas y volver a las comillas de la 
civilización,
porque civilización no hay,
gracias a Dios.

La Pampa suena bien,
suena a felicidad,
tiene un nombre dulce,
como la palabra
amor,
beso,
caricia,
niño,
aurora.

Sigo deseando ir al lago Fagnano,
como pisar el cielo.

Qué hermosa patria,
ni pisada ni predicha.

viernes, 8 de abril de 2011

Alto, alto.

Hace un sol espléndido y mucho, mucho calor. Estamos a 26 grados.
Automáticamente, la gente está más contenta,
ya no mira el asfalto cuando camina, agazapada de frío.

Es tan feliz la primavera, tan dulce.

No se puede evitar una sonrisa, ni dos, ni tres.

La seua mort li pertany, només a ell. 
La meua, va començar la nit en que...
[...] Ara, els seus ossos estàn barrejats amb els meus, 
penjats a l'Illa Blanca.


Ya me sé el papel y estoy creando,
íntima y cuidadosamente, cómo va a ser mi alter ego.
Debo confesarlo, estoy absolutamente enamorada.
De él.
Es tan complejo... se presenta triste en un principio,
pero no es así.
Lo primero que dice es que él y su amor
están muertos y enterrados juntos.
Pero luego está continuamente repitiendo
que le ama, que le admira, una admiración casi enfermiza.
Pero feliz. Él, él es feliz. Y eso es maravilloso.
Sí, muere, pero antes ha salvado a todos los aqueos.
Y el orgullo de haber salvado a todo un ejército se suma
a que es enterrado con su amor,
¿qué más puede pedir?
Es feliz.
Sí, estoy comprendiéndolo y queriéndolo poco a poco.
Dentro de cuatro semanas se verá las caras en el escenario
con otras personas que espero también lo quieran.

Hace mucho calor y hoy puedo afirmar que soy terriblemente feliz.
Dentro de media hora saldré hacia el Teatro Rialto, a ver Hamlet.


¡[...]hasta que se tuerza el fiel de la balanza!
¡Ay, rosa de la primavera!
¡Amada doncella, bondadosa hermana, dulce Ofelia!...

miércoles, 6 de abril de 2011

Rechazo de un proyecto que de por sí daba asco.

Que les jodan.

No, no era el mejor momento para escribir una página, ni dos.
Tal vez la historia platónica, esa historia, la crucial,
fue la que empecé y garabateé a mitad página, deseché y olvidé.
Y empecé otra, torpe, sin gracia, sin mí, palabras porque sí,
porque casan.

Que les jodan.

Me replanteo cosas,
pero qué uso del lenguaje, qué preponderancia,
qué recreación, qué cita de Vargas Llosa.
La cita que dijo en una entrevista y tengo clavada en la sien,
hasta que muera. La que no diré, porque me la reservo.

A lo mejor lo mando todo a la mierda.
Aunque haya evolucionado moderadamente bien
en la fase de la superación del complejo de Edipo,
si me da la gana puedo mandarlo todo a la mierda.
Ahora mismo tal vez lo necesite.

En vez de escribir sobre hechos crudos de la existencia humana,
o poemas frívolos y trasnochados,
por qué no escribo sobre el País de las Maravillas.
Y puerta.

martes, 5 de abril de 2011

Atardeceres en el Golden Gate.

El poema más bello del mundo
lo he leído sólo tres veces.
El autor del poema es difícil de determinar.
Cuando lo leo soy yo,
pero él tiene o tenía su vida, no sé si ya falleció,
vive o vivía lejos, muy lejos,
comparte o compartía amigos y risas,
es o era feliz aunque escriba o escribía poemas tristes.

Es tan complicada la dualidad de la relación tridimensional
autor-papel-lector y cómo el segundo elemento ejerce
un poder tan importante como para llegar incluso
a transformar al autor en el lector.

Pero tampoco hace falta ese elemento, a veces.
A veces la fusión puede cumplirse porque sí, porque es y basta.

Era un poema tan hermoso que no quiero recordarlo,
ni volverlo a leer, porque la mente lo va lamiendo
"hasta darle una suavidad satisfactoria"
y pierde la belleza, hasta pertenecer a un mecanismo memorístico,
aburrido, criminal.

Hoy he escuchado otra cosa hermosa, que no es ese poema,
pero que también puede hacer llorar, de alergia, de nostalgia,
de tristeza, de opresión, de pérdida, de deseo, de chau.
"Hay que ir a Santa Bárbara o a Santa Mónica,
es tan parecido a Valencia, pero es diferente,
allí los atardeceres son más rojos,
el Golden Gate es rojo para mimetizarse con las puestas de sol".

Pero cómo duele, porque yo iré a Santa Bárbara
e iré a Santa Mónica, y veré millones de atardeceres
rojos y bellos, me sentaré en medio del cielo rojo,
y tal vez me quede allí quieta, mirando el agua,
mucho, mucho tiempo.
Qué felicidad pero cómo duele, ¿no?

domingo, 3 de abril de 2011

Cronopio circunstancialmente fama.

Tres cronopios y un fama se asocian espeleológicamente para descubrir las fuentes subterráneas de un manantial. Llegados a la boca de la caverna, un cronopio desciende sostenido por los otros, llevando a la espalda un paquete con sus sándwiches preferidos (de queso). Los dos cronopios-cabrestante lo dejan bajar poco a poco, y el fama escribe en un gran cuaderno los detalles de la expedición. Pronto llega un primer mensaje del cronopio: furioso porque se han equivocado y le han puesto sandwiches de jamón. Agita la cuerda, y exige que lo suban. Los cronopios-cabrestante se consultan afligidos, y el fama se yergue en toda su terrible estatura y dice: NO, con tal violencia que los cronopios sueltan la soga y acuden a calmarlo. Están en eso cuando llega otro mensaje, porque el cronopio ha caido justamente sobre las fuentes del manantial, y desde ahí comunica que todo va mal, entre injurias y lágrimas informa que los sándwiches son todos de jamon, que por más que mira y mira entre los sándwiches de jamón no hay ni uno solo de queso.


Julio Cortázar: Historias de cronopios y de famas, "Los exploradores".
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I laugh, now.

En mi mente se desarrolla el resultado
del resultado de un resultado que resultó
de la resolución de un resuelto.

Qué injusto.

"Un cgonopio no debegía sometergse a leyes
que coagten su natugaleza libge.
Nunca debegían bailag tgegua catala espega, 
que es el baile de los famas,
sino llogag pogque los sándwiches son todos de jamón."

Pero ahora un cronopio chiquitito
que se siente fama porque no es libre,
no puede llorar por cosas tontas como siempre hizo
sino que llora por las realmente importantes.
Pobre cronopio chiquitito que le divierte
estar hablando para nadie, porque lo está,
y que a veces le gusta imaginar
que los sándwiches son por fin todos de queso.

viernes, 1 de abril de 2011

Es Peter Pan al estilo freudiano.

Literatura realizada mediante el psicoanálisis (surrealismo):

1) Funciona igual que los sueños.

2) Es una expresión de los deseos reprimidos.

3) La realidad insatisfecha provoca al individuo expresarse:
la persona feliz no fantasea.

El ser humano por la noche sueña (sus deseos reprimidos)
y por el día intenta cumplir esos sueños.
El tarado sueña por la noche y por el día
los escribe, sigue recreándose
en la imposibilidad de realización de esos sueños,
aunque lo haga de manera inconsciente, es un ciclo.

4) Literatura como catarsis. Es una expiación de sus traumas,
tanto para el lector como para el escritor.

5) Se escribe sobre lo que te provoca atracción o placer.
También funciona así si lo que se escribe es algo doloroso,
pues se busca la catarsis, la liberación, por tanto, el placer.

6) Ahorro de gasto psíquico.
Es mucho más fácil para la persona escribir sobre el deseo
que intentar realizarlo.