Las adaptaciones urgen.
La playa se puede ver desde mi ventana y, un poco más allá, tras una extensión de tierra, el lago Fagnano.
Urge ser poeta.
Voy a apadrinar al lago Fagnano, como ya hice con el río Ródano,
cuando todas las mañanas le daba los buenos días,
lo besaba con los ojos,
le contaba qué pensaba,
cada día que pasé en aquel lugar de Francia,
y aunque el Sena estaba a su lado, a unos metros,
yo siempre amé al Ródano
porque él también me amaba a mí.
Sin razones lógicas, nos entendimos porque sí.
Cuánto desearía que fuera de nuevo el 11 de Agosto del 2010.
Aunque el lago Fagnano no pueda compararse con el río Ródano
ni en mi cabeza ni en mi ser,
creo que voy a apadrinarlo, de un modo desinteresado,
como un pequeño reto.
Si lo apadrino, algún día tendré que visitarlo.
Quiero ir con alguien a ver el lago Fagnano, cuando viva en Baires.
Me enfundaré mi abrigo negro resistente a las bajas temperaturas,
qué ilusión,
ya tengo el equipaje.
Urge ser poeta.
Es necesario hacer algunas adaptaciones,
están actualmente en curso.
El Ródano y el Pont de l'Université. (por el que pasaba cada mañana y desde donde le daba los buenos días) |
El lago Fagnano. |
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