Y una acude aquí, porque tiene ganas de decir muchas cosas y no sabe dónde ni sabe a quién. Necesita decir cosas, muchas cosas, grandes cosas.
Decir que es feliz secretamente, que no debería serlo pero lo es. Todo está bien, ahora todo está bien.
Aunque tú estés lejos y logre verte allá, lejano, donde mi alma está y yo no, y no pueda besar más que esta muerte que toco que me acerca a ti.
Aunque mi vida se forme de ausencias salvadas por una pequeña inmensa alegría. Casi como sus ojos brilla el sol de Oriente.
Y todo está bien porque cada vez soy más yo y más mi vida, la mía.
Ya sé lo necesario para ser feliz.
El mundo me llama tanto y tan fuerte que cuesta esperar al futuro.
Por ahora hay que ir abriendo cada puerta que me acerca más y más a él y a esa plenitud del otro lado.
lunes, 22 de octubre de 2012
Pregón de buena nueva
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