Que no pueda resistir la tentación de quedarse de brazos cruzados
mientras la gente muere de forma masiva y no por muerte natural,
ni siquiera por muerte natural provocada por el ser humano,
sino por metralla de otros hombres, por bombas de otros hombres,
por la última imagen que van a ver antes de morir.
Por alguien que también podría morir si se hubieran cambiado las tornas.
Pero pudiendo estar en casa dormitando en el sofá
o pudiendo escuchar a Wagner o a Satchmo,
pero pudiendo abrazar a tu hijo,
pudiendo tener un orgasmo,
pudiendo simplemente mirar el cielo sin vigilar a los lados.
Y hay personas que tienen el placer
de poder permitirse dormitar en el sofá
y escuchar música, y abrazar a su hijo
y compartir un orgasmo con alguien especial,
y mirar el cielo un rato largo.
Personas de esas que ven que ellos sí pueden y sienten pena,
porque les hace tan feliz y ven que es tan fácil...
Ayer volví a ver por sexta vez el documental
Los EEUU contra John Lennon.
Me imaginé que en esta guerra de ahora
existía alguien con las misma agallas
que tuvo él de cara a la guerra de Vietnam,
y lo maravilloso que sería.
Pero claro, los tiempos cambian.
La gente cada vez confía más
en que otro solucione los problemas.
Ya no motiva ser el protagonista de la peli,
ahora es mejor verlo por la tele.
Ojalá algún día dejemos de ver pasar la vida
y sintamos que somos personas humanas,
con un limitado período de tiempo en el mundo
que debe gastarse para ser feliz.
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