De pánico hacia ciertas cosas.
No existe la bendición sin el sacrificio,
se debe arriesgar si el premio es superior a la angustia,
si la angustia no es vital, si no te absorbe hasta enloquecer
y simplemente te da miedo, de da terror, te da pánico.
El el yin y el yang, ¿pero de cuál más?
La balanza en ciento ochenta grados, ni uno más hacia cualquier lado,
si no ya se sabe.
Es necesaria la complementación total para que el terror no te absorba
ni la luz te ciegue hasta impedirte ver el mundo.
Y, si la luz te ciega, ten al menos una nube que resista
cuando caigas bruscamente del cielo
a lo indecible.