El amor es de
los dos,
es de
los dos
es
de.
Hacía tiempo que no consideraba este espacio como una opción.
Anoche me acosté casi de día, revisando,
reviviendo,
todo el universo de mis últimos seis años,
de mi crecimiento y aprendizaje,
de mis días universitarios,
de mis ingenuidades en aquellos años
que juzgo, sin duda, los más felices.
Me volví a enamorar de aquella María tan idealista,
tan tonta, de verdad,
que había desaparecido por imposiciones de la vida
y sus circunstancias.
Hoy estoy agotada, pero llena de vida.
Quisiera empaparme de todo lo que fui.
Voy a tratar de continuar aquí, escribiendo pensamientos,
que no son nada más que
banales
muestras
de mi presencia
en el mundo,
Voy a tratar de continuar, acaso
para testificar en el futuro,
al igual que hice anoche,
el flujo de mi mente a través de los años,
un crecimiento que me enternecerá
quizá,
cuando sea más fuerte.
Lehkost bytí
jueves, 7 de julio de 2016
sábado, 14 de febrero de 2015
Lucha a tres bandas
Sara me grita desde el fondo de su infierno.
Me implora, quiere salir.
Sara es sólo un árbol sobre el que el débil descansa.
Y el débil que es doblemente frágil llora, también, porque
no tiene futuro.
A lo lejos un festival de guitarras. La voz de
alguien, que
necesita ser
escuchada.
Como Sara, también lucha.
Entre cuerdas y sombras de bosque,
él busca.
¿Dejaremos que
encuentren?
Sara, el doblemente débil, el cantor de bosque
quieren,
exigen,
ser.
¿Dejaremos que luchen
por ser alguien?
Me implora, quiere salir.
Sara es sólo un árbol sobre el que el débil descansa.
Y el débil que es doblemente frágil llora, también, porque
no tiene futuro.
A lo lejos un festival de guitarras. La voz de
alguien, que
necesita ser
escuchada.
Como Sara, también lucha.
Entre cuerdas y sombras de bosque,
él busca.
¿Dejaremos que
encuentren?
Sara, el doblemente débil, el cantor de bosque
quieren,
exigen,
ser.
¿Dejaremos que luchen
por ser alguien?
domingo, 25 de enero de 2015
Valor
La historia del valor se escribe pétalo a pétalo.
En la soledad, enfrentando el viento helado, debes sentir angustia,
pero también plenitud.
La historia del valor es necesaria
para trascender la nada
y llegar adonde se pretende.
Pétalo a pétalo, como un mar que se agita y se calma.
Yo quiero que mi historia encuentre
los pasos de la del valor.
Saberme triste y libre,
curiosa y aterrada,
desamparada y feliz.
En la soledad, enfrentando el viento helado, debes sentir angustia,
pero también plenitud.
La historia del valor es necesaria
para trascender la nada
y llegar adonde se pretende.
Pétalo a pétalo, como un mar que se agita y se calma.
Yo quiero que mi historia encuentre
los pasos de la del valor.
Saberme triste y libre,
curiosa y aterrada,
desamparada y feliz.
viernes, 23 de enero de 2015
Reflexión que no es un poema
Puedo pensar, puedo buscar, puedo salir.
Pero siempre me acuerdo de por qué permanezco.
Lo que más amo de ti es tu libertad.
Tu palabra, tu mirada
que se extiende
más allá de mí.
Mi corazón latirá en otras vidas
que no te tienen en su centro.
Pero siempre me acuerdo de esa forma
de vivir
que me deja y me planta de repente,
que me devuelve al hoy,
que me recuerda por qué un día más.
Puedo querer irme de este contexto,
pero tú llegas y me devuelves eso,
lo necesario,
la clave de mi libertad y de mi vida.
Pero siempre me acuerdo de por qué permanezco.
Lo que más amo de ti es tu libertad.
Tu palabra, tu mirada
que se extiende
más allá de mí.
Mi corazón latirá en otras vidas
que no te tienen en su centro.
Pero siempre me acuerdo de esa forma
de vivir
que me deja y me planta de repente,
que me devuelve al hoy,
que me recuerda por qué un día más.
Puedo querer irme de este contexto,
pero tú llegas y me devuelves eso,
lo necesario,
la clave de mi libertad y de mi vida.
miércoles, 4 de junio de 2014
Entre las dos fronteras de la mentira
¿Será Corea un París sin existencialismo?
¿Será también París un engaño, pero revestido de bohéme?
Es París un engaño y también lo es Corea.
Corea es el amor platónico. La sumisión, la pobreza. La comodidad del alma. Un engaño a sabiendas. Una dulce condena.
París. Es sabido que París es también un engaño. Pero un engaño estimulante. Un engaño que te hace sentir alguien, aunque no seas nada.
Así, la tendencia inicial es rechazar Corea y abrazar la dulce mentira parisina.
Pero qué. Qué. Qué.
Qu'est-ce que je fais de ma vie.
Corea y París.
Los valientes no eligen ninguno.
Entre las dos fronteras de la mentira.
Yo quiero París,
pero tú estás del otro lado.
sábado, 24 de mayo de 2014
Verbo mudo
Nunca creí en esto.
Esa es la razón por la que ahora todo es tan amargo
.
Nunca creí en esto.
Nunca creí que las palabras no sirvieran.
Nunca creí que las palabras no sirvieran.
Pero, en ciertos momentos, efectivamente así es.
Como no sirven, poco puedo hacer.
Quizá contar letras,
el vacío de sus siluetas,
decir cielo, nube, sueño.
Decir mañana no, algún día.
Decir lejos, decir muerte.
Decir ciudad, y sol, y tú.
el vacío de sus siluetas,
decir cielo, nube, sueño.
Decir mañana no, algún día.
Decir lejos, decir muerte.
Decir ciudad, y sol, y tú.
Quizá no sirven porque no existe un significado para este significante.
Quizá no, pero
cielo, nube, sueño,
algún día,
lejos, muerte,
cuidad, sol, tú.
cielo, nube, sueño,
algún día,
lejos, muerte,
cuidad, sol, tú.
Quizá eso diga más que todas las palabras del mundo
intentando hablar en este momento.
intentando hablar en este momento.
lunes, 31 de marzo de 2014
Catarsis
Escritura como catarsis.
Todavía no ha comenzado nada, pero la amenaza se esconde tras la duda.
Si me voy, ya no existirán cadenas.
Si me voy, para bien o para mal, la libertad (sí, esa palabra hueca, ese concepto inexistente)
se abrirá ante mí como si realmente estuviera viva.
Y quizás exista cuando se habla de uno mismo.
Si me voy para mal, el sufrimiento me mostrará todos los desengaños.
Si me voy para bien, puede ser el nacimiento de lo invencible.
En cualquier caso, si me voy, seré yo sin trabas.
Todavía no ha comenzado, pero ojalá comience.
El miedo resulta asfixiante pero imprescindible.
La escritura catártica, a veces, no da resultados.
Quizás en algún momento la necesite para aliviarme de plenitud.
Todavía no ha comenzado nada, pero la amenaza se esconde tras la duda.
Si me voy, ya no existirán cadenas.
Si me voy, para bien o para mal, la libertad (sí, esa palabra hueca, ese concepto inexistente)
se abrirá ante mí como si realmente estuviera viva.
Y quizás exista cuando se habla de uno mismo.
Si me voy para mal, el sufrimiento me mostrará todos los desengaños.
Si me voy para bien, puede ser el nacimiento de lo invencible.
En cualquier caso, si me voy, seré yo sin trabas.
Todavía no ha comenzado, pero ojalá comience.
El miedo resulta asfixiante pero imprescindible.
La escritura catártica, a veces, no da resultados.
Quizás en algún momento la necesite para aliviarme de plenitud.
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