El amor es de
los dos,
es de
los dos
es
de.
Hacía tiempo que no consideraba este espacio como una opción.
Anoche me acosté casi de día, revisando,
reviviendo,
todo el universo de mis últimos seis años,
de mi crecimiento y aprendizaje,
de mis días universitarios,
de mis ingenuidades en aquellos años
que juzgo, sin duda, los más felices.
Me volví a enamorar de aquella María tan idealista,
tan tonta, de verdad,
que había desaparecido por imposiciones de la vida
y sus circunstancias.
Hoy estoy agotada, pero llena de vida.
Quisiera empaparme de todo lo que fui.
Voy a tratar de continuar aquí, escribiendo pensamientos,
que no son nada más que
banales
muestras
de mi presencia
en el mundo,
Voy a tratar de continuar, acaso
para testificar en el futuro,
al igual que hice anoche,
el flujo de mi mente a través de los años,
un crecimiento que me enternecerá
quizá,
cuando sea más fuerte.