lunes, 21 de febrero de 2011

Los condenados pagan cara su salvación.

Pero al final siempre hay algo 
(una palabra, siempre son las palabras) que te salva.
Como ir por la calle, pararte de repente y pensar: 
"Hoy me desmilagro, mañana que sea lo que tenga que ser". 

Mañana, desmilagrada o no, 
tal vez sea pélida y relate mi regreso a Ítaca.
O tal vez cuente desde ojos teucros 
"cómo hundieron los dánaos la opulencia de Troya".




Bébete un tentempié, Mario Benedetti

Bébete un tentempié pero sentada
arrímate a tu sol si eres satélite
usa tus esperanzas como un sable
desmundízate a ciegas o descálzate
desmilágrate ahora / poco a poco
quítate la ropita sin testigos
arrójale esa cáscara al espejo
preocúpate pregúntale prepárate
sobremuriente no / sobreviviente
desde el carajo al cielo / sin escalas
y si no vienen a buscar tu búsqueda
y te sientes pueril o mendicante
abandonada por tu abandoneón
fabulízate de una vez por todas
métete en tu ropita nuevamente
mundízate milágrate y entonces
apróntate a salir y a salpicarte
calle abajo / novada y renovada
pero antes de asomar la naricita
bebe otro tentempié / por si las moscas 


3 comentarios:

  1. Bueno, ahora ya ha pasado el primer mal trago, entiendo que ahora queda, tal vez, la peor parte, que es tomar una decisión que te conserve la estabilidad y el equilibrio; la que menos te haga sufrir. Al menos toma de consuelo el saber que tu decisión, siempre, sin salvedades, será la adecuada. Da igual si te vas a la Gran Isla y triunfas,o si decides estar aquí dentro, en un destino tan modernista y apetecible como Barcelona, lo importante es que allá donde vayas construirás una nueva parcela aventurera en tu vida, y ello te hará feliz.
    Ya nos veo cogidas del brazo, riéndonos de el 22-2-2011 en el Parc Güell :)

    ResponderEliminar
  2. Y to también, pero en un viajecito de placer. Parece que la Gran Isla como a ti te gusta llamarla me ha mirado con una sonrisa. Ya te contaré.

    ResponderEliminar