viernes, 4 de febrero de 2011

Lo único que lleva a la filosofía es la hipersensibilidad.

Hoy es un día feliz.

He tenido Teoría de la Literatura. Me he pintado los ojos azules y me he cubierto con mi abrigo nuevo, mi abrigo especial, el de los días felices.

Esta noche veremos una película, nos reiremos y tal vez cenemos una pizza. No hay nada mejor que pasar el tiempo con las personas que más quieres.

Me he planteado si ser una buena persona, pero es inútil, soy una buena persona. Tal vez contribuya con esa ONG en vez de lamentarme por no poder tumbarme al sol de la Toscana  Resistencia y comer lo mismo que ellos, o sea, nada, como haré en un tiempito, así que algo es algo.

Gracias a la hermosa sonrisa y a los ojos azules que me regalan cada mañana el periódico en la esquina puedo ver que el mundo sigue expandiéndose. Qué se le va a hacer. Como dice la teoría más antigua del mundo; no pasa nada, al fin y al cabo todo esto es pasajero y cuando todo acabe sólo quedará paz, justicia, felicidad, amor.

Vaya mentira. La PAZ es el CARPE DIEM.

Los muertos de hoy no podrán gozar de ese mañana, y cuántos muertos.

No me sirve la PAZ sin el CARPE DIEM, lo siento.

Hagamos girar el mundo, ahora que podemos. Dejémoslo todo, cojamos un low cost y hagamos vida de desgraciados muertos de hambre. Y si hay que morir como todos esos muertos, adelante.

Nadie es más que nadie.

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